Cuando las personas desfilan ante mí durante el proceso de embarque, trato de no mirar hacia arriba.
Yo hago lo mismo en los trenes, en las salas de espera y, lo mejor que puedo recordar, cafeterías escolares altos - bajando los ojos, evitando cualquier contacto, tratando de desalentar a nadie de estar sentado a mi lado.
Por supuesto me doy cuenta de todo el mundo en el avión tiene un asiento asignado. Me gusta la asignación de asientos - el control implícito que me da más de éste pequeño faceta de una experiencia definida de otra manera por la confianza de que los chorros y la aerodinámica mecánicas y otras cosas que no entiendo en absoluto alguna manera me va a llegar a donde voy con seguridad.
Y así, en un vuelo reciente, no lo hice. Me negué a cambiar. Yo era un idiota total?
En este viaje particular, estoy volando desde Washington, DC, de vuelta a casa a la ciudad de Nueva York. No voy a entrar en el gran debate avión-contra-Amtrak aquí excepto para decir que los tiempos en que el clima ha sido perfecto, volando sin duda ha sido mi opción preferida. Esto no es una de esas veces.
Apenas unas horas antes, yo estaba comiendo en un restaurante divey cerca del Capitolio divey cuando el cielo al instante cambió de azul a la bilis y la habitación entera de iPhones se fue al unísono anunciando un tornado inminente.
Miré a través de la pieza gigante de vidrio plano estaba sentado al lado, en busca de una nube embudo, pero de repente los cielos abiertos, (si hay incluso un cielo por Washington).
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En el momento en que llegué al aeropuerto después de la comida, la mitad inferior de mi pantalón estaba empapada y mi vuelo se retrasó dos horas. Y la gente húmedas airadamente esperando retrasaron vuelos apenas huele. En la ausencia de buenos medicamentos para calmar mi irritación, Me tomé una caja de Tic Tac.
Una caja y media más tarde, estoy en mi asiento en uno de esos aviones pequeñito que se ve más como un accesorio de un dirigible. Por esta razón, de antemano, que había elegido mi asiento con mucho cuidado - asiento 8B, justo en el medio de la pequeña balsa salvavidas, llamaron a un avión.
No tengo miedo de volar, pero no me gustan los espacios pequeños y no me gustan los olores - por lo que estar en el centro, con vistas cerca de la ventana, y lo más importante fuera de los baños en la parte delantera y trasera de el plano (es mi imaginación o hacer huelen peor cuando está lloviendo?), por eso 8B era el asiento para mí.
¿Qué haría que el asiento 8B aún mejor, por supuesto, sería si nadie se sentó en 8A. Así como la gente viene por el pasillo, me mantengo mis ojos emitidos hacia abajo en mi teléfono celular, una especie de lectura, pero no realmente.
Dos niños pequeños a pie y me porrazo con sus mochilas. Una mujer con los animales en su sudadera casi derrama una taza de café en mi regazo mientras hurga con su bolso. Y un hombre pasa por que los olores - Yo no creo que sea posible - peor que el peor baño de un avión que he olido.
Ya sabes cómo baños de avión han esos pasteles de color blanco lechoso de ambientador atornillada a la pared justo encima del inodoro? Bien podría intentar usar eso como desodorante. Sería un paso adelante respecto a nada.
Eso es cuando sucede. Alguien está haciendo esa cosa donde se doblan hacia abajo y se inclinan hacia adelante al mismo tiempo en su espacio personal, como si estuvieran tratando de cuchara, literalmente, su atención de nuevo hacia la tierra de la alerta convencionalmente. De mala gana, miro hacia arriba.
Un hombre me está hablando en Inglés roto, explicando que su esposa tiene el asiento a mi lado y que tiene un asiento en la parte trasera. "Podría cambiar y yo sentarme aquí?" , se pregunta. Él tiene ojos de cachorro. Maldita sea.
"¿Qué asiento tiene?" Pido a regañadientes, sonando como el idiota que estoy a punto de llegar a ser.
17A.
17A? Me estás tomando el pelo? 17A es no sólo todo el camino en la parte trasera del avión, pero justo al otro lado del cuarto de baño. 17A es ni siquiera realmente un asiento, es prácticamente un aseo.
Miro hacia atrás en 17A entonces el perro cachorro. "No, lo siento. Yo preferiría no hacerlo". Pero un idiota educado sigue siendo un idiota.
La pareja camina hacia la parte trasera del avión, presumiblemente con la esperanza de tener mejor suerte con el pasajero en 17B.
Mientras tanto, miro hacia atrás abajo en mi teléfono, esta vez para evitar lo que estoy seguro son las miradas condenatorias de mis vecinos. ¿Qué he hecho? Es un corto vuelo, no voy a aguantarse?Me gustaría construir karma.
Y tal vez son los turistas y que van a volver a casa es siempre y decirle a todos cómo los estadounidenses son horribles, será condenado ayuda extranjera.
Y no he pedido a la gente a los asientos con cambiarme para poder sentarme con mi familia? Sí, y cuando se negaron pensé que eran idiotas. Ahora yo soy el idiota.
La puerta de la cabina se cierra. Me detengo revisar mi correo electrónico y empezar a jugar algún juego estúpido para tomar mi mente estúpida de mi estúpido egoísmo.
Quiero mirar a todos a mi alrededor y súplica a la defensiva, "Vamos, no lo habría hecho bien. Quiero decir, 17A?!?!" Pero no iba a ayudar. Me imagino que me odian ahora. Después de todo, me odio a mí mismo.
Mantengo mi cabeza hacia abajo. De repente, alguien aparece, cuchara en mi cabeza por la atención. Miro hacia arriba.
Es mi nuevo compañero de asiento, el hombre maloliente que me pasó antes. Por supuesto que es.
Karma no parece importarle que tengo estatus de viajero frecuente.Sean cuales sean los puntos que lograron acumular en el pasado he perdido sólo con prontitud.
Lanzo el resto de mi Tic Tac en mi boca, que de alguna manera ahora el sabor más amargo que antes, y me siento detrás de lo que es el vuelo más agitado que he tomado. Por supuesto que es.
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